
Un equipo de emprendedores paranaenses, Claudio y Fabián Cerrudo, de la empresa familiar «Metalcerr», que tiene experiencia en mobiliario hospitalario, y los bioingenieros Santiago Romero Ayala y Sebastian Ili Flores, desarrollaron y fabrican la adaptación de los equipos de desinfección de luz ultravioleta que se utiliza para combatir al coronavirus en el mundo.

El dispositivo de desinfección portátil permite exterminar al Covid-19 del aire y superficies. Los equipos de luz ultravioleta ya se usan en España, se fabrican en Israel y Canadá y hay un proyecto de emprendedores de Entre Ríos.
En una entrevista telefónica, SANTIAGO ROMERO AYALA, uno de los dos BioIngenieros que está llevando adelante este proyecto, nos brindó algunos detalles respecto del funcionamiento del Lumi19 pero mas allá de la importancia absoluta que tiene el proyecto en los tiempos que corren, creemos que más importante aún, es el mensaje que transmite Santiago en cuanto a los valores y las motivaciones que lo llevan a él y al equipo a seguir adelante con este y otros proyectos que van mucho mas allá de algún tipo de interés absolutamente económico y/o político y su agradecimiento y devolución a la educación pública.

«Nosotros lo que pretendemos es hacer la adaptación rápida acá en la Argentina. Vamos a garantizar que el 95% del coronavirus que este expuesto a esta luz ultravioleta, muera. Se disminuirá la carga viral a la que está expuesto el personal de salud que tiene que hacer la limpieza de una habitación de un paciente con COVID-19”.

Es un sistema de desinfección basado en tecnología de lámparas ultravioleta, para ser utilizados en lugares de gran exposición al virus, hospitales, lugares públicos, transporte. «esta tecnología está demostrada y se está utilizando para enfrentar a la pandemia a nivel mundial y permite alcanzar los márgenes de desinfección expuestos reduciendo la exposición al virus tanto en aire como en superficies» manifestó Santiago.
Asimismo, aclaró que este dispositivo es capaz de desinfectar habitaciones de pacientes y quirófanos en hospitales y casi todo lo que iluminan en 30 minutos de exposición.
Según explicó el bioingeniero, se encuentran armando mas dispositivos de desinfección. «Podemos llegar a fabricar diez por semana «, sostuvo.

La utilización de «lámparas germicidas de irradiación ultravioleta (UVGI)» es, según explican, muy efectiva. Sucede que en las instituciones hospitalarias el gran desafío es desinfectar las superficies, ya que el virus que provocó una pandemia se expande muy rápido y tiene una alta capacidad de transmisión. Con estas lámparas se puede matar al virus y, sobre todo, esterilizar ambientes con gran velocidad, algo clave en tiempos donde el Covid-19 no da tiempo. «Son muy efectivas porque destruyen tanto el ADN como el ARN, donde está la programación genética de los virus y las bacterias. Una destrucción total en poco tiempo que permite el acceso casi inmediato a las estancias.
CÓMO FUNCIONAN LAS LÁMPARAS ULTRAVIOLETAS

Para entender la diferencia, una técnica tradicional de esterilización -como el peróxido de hidrógeno y las botellas de gas o vapor- demora entre 2 y 3 horas para completarse. Mientras que los equipos ultravioletas, permiten su entrada en poco más de 10 minutos después de la salida del último paciente.
El sistema consta de unas torres con tubos de luz ultravioletas que se prenden en la habitación a desinfectar y en pocos minutos ya queda todo listo, desinfectado hasta el último rincón.
Las lámparas tienen una «versión local» por parte de estos dos bioingenieros de Entre Ríos que diseñaron este dispositivo de desinfección portátil que en 30 minutos elimina entre el 95 y 99% del coronavirus que permanece en las superficies.
«Es el primer dispositivo desarrollado en Argentina al 100% para desinfectar por UV espacios, en Salud sobre todo. Lo que más nos mueve en esto es que la gente que está en Terapias Intensivas, en clínicas, están expuestas a este virus. Queremos disminuir esa carga viral. Cuando una persona que tiene coronavirus se va, la habitación queda con una carga de virus importante», dijo el bioingeniero.
Sobre el funcionamiento, informó que «no tiene que haber nadie alrededor. Se lo deja encendido, tarda un ratito. Tiene un sistema de seguridad que cuando alguna persona ingresa a la habitación corta o altera el proceso para que la persona no se vea afectada por la radiación UV. Ésta comprobado que elimina el virus en superficie y el aire. Después de 15 minutos o media hora, disminuye la carga viral. La persona que después limpie va estar menos expuesta. Será un ambiente más saludable y seguro».
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