La expectativa era muy grande. En el estadio no entraba un alma. Había tensión y mucho en juego. Era obtener el pasaje a una nueva final o la despedida. El Copa volvía a mostrar su convocatoria y todo lo que generaba el arribo del árbitro internacional Nestor Pitana, quien había sido elegido en 2018 el mejor árbitro del Mundo y había estado en el partido inaugural y en la final del Mundial de Rusia.
En los primeros minutos los protagonistas no pudieron abstraerse del clima que se vivía en el estadio y fue todo de bajo nivel. Tanto 25 como Huracán, se mostraban imprecisos, acelerados, generando muy poco fútbol. Recién a los 30 minutos se generó la primera llegada al arco con un tiro de Luciano Rosal y a los 32 m primero Federico Bardou y después “Gato” Arrua tuvieron una clara chance de abrir el marcador. Muy poco para el primer tiempo, donde a Pitana siempre se lo observo cerca de la pelota, charlando mucho con los jugadores, anticipándoles las jugadas: “cuidado, sin las manos” “Despacio, no vayan al choque” se escuchaba decir al árbitro internacional en cada pelota dividida .
En la segunda etapa llegó lo mejor del encuentro y lo mejor para 25. A los 4 minutos tuvo por abrir el marcador pero le anularon el gol a Sciara. A los 8 minutos Pitana tomó la única decisión del partido como árbitro internacional, por doble amarilla expulsó al jugador de Huracán, Santiago Maradei, correcta decisión.
A partir de ese momento fue todo del Decano que se llevó por delante a Huracán en busca del triunfo. A los 13 minutos Agustín Romero después de un corner remata y pasa cerca del travesaño. A los 15 minutos, recupera un balón en mitad de cancha Rosal habilita a Sciara que se pone a correr por la banda, mete el centro para Arrua que define sobre el cuerpo del arquero y el rebote le queda nuevamente a Sciara y vuelve a salvar el arquero de Huracán.
A los 22 minutos centro de Rosal, Sciara le mete todo el pie al balón que se estrella en el poste y se vuelve a salvar Huracán. El equipo pareció sentir haber perdido las claras situaciones de gol que no pudo concretar. Bajó un poco la intensidad y el desgaste físico ocasionado por jugar varios partidos en las últimas semanas comenzó a sentirse.
De todas maneras Huracán no podía llegar al arco de 25 y Pitana comenzó a sacarse un poco el partido de encima, repartiendo tarjetas amarillas para todos lados, pero sin tomar decisiones de peso cuando veía que un jugador debía ser expulsado por doble amonestación.
También se lo escuchó diciéndoles a los jugadores a “a mí no me digan lo que tengo que cobrar” o ante el reclamo de un defensor Pitana comentó “ponete a jugar o pedí el cambio” Muestra de autoridad innecesarias de un árbitro de tanta experiencia, que en lugar de tranquilizar a los jugadores o marcarles como desenvolverse , eligió ponerse en el papel de sobrador.
Con el empate en los 90 minutos el partido debía encontrar un ganador en los alargues o en lo penales. Ninguno de los dos equipos se decidió a arriesgar mucho en los dos tiempos de 15 minutos, pero los cambios le cayeron un poco mejor a Huracán, que sin generar claro peligro, manejó un poco más los tiempos del partido.
En la última jugada del partido en un centro al área, 25 casi se queda con el triunfo, pero en una escaramuza y empujones entre los jugadores, Pitana hizo lo más fácil, expulsó un jugador de cada equipo y dio por finalizado el partido.
Se vino la definición por penales y desde los doce pasos Huracán tuvo mayor precisión y tranquilidad, imponiéndose por 4 a 2. El Decano fue más que su rival pero no pudo volverse con la Copa, pero demostró una vez más estar siempre a la altura de las circunstancias.
@GonzaloCornago
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