
«Se decidió la suspensión de las audiencias judiciales por el estado psicológico y anímico de mi representado», confirmó el querellante. «Mi representado está destruido», sentenció.
La Justicia de Gualeguay suspendió por segunda vez el juicio oral al cura Juan Diego Escobar Gaviria, ya condenado a 25 años de prisión por abuso y corrupción de menores, pero que tiene que hacer frente a una nueva denuncia, cuyo debate se debió realizar en noviembre pasado pero que fue suspendido para esta semana de mayo. Ahora, el proceso se aplazó nuevamente.
«Por un pedido de esta querella, se decidió la suspensión de las audiencias judiciales por el estado psicológico y anímico de mi representado», confirmó el Dr. Mariano Navarro, representante de una de las víctimas, un joven de 19 años.
«En un informe de los profesionales que lo atienden, manifiestan que él no se encuentra en condiciones de hablar y expresarse libremente con la entereza que necesitamos para que se haga justicia», argumentó el querellante, al tiempo que remarcó: «Mi representado está destruido».
Fue en ese sentido que Navarro expresó que, «a las personas que han sido víctimas de este tipo de delitos, un proceso judicial les implica revivir una serie de situaciones, que uno no logra tomar real dimensión hasta que entiende que ellos fueron abusados sexualmente a una temprana edad». En el caso de esta víctima, el joven tenía 10 años cuando comenzaron a perpetrarse los abusos.
De acuerdo a lo que manifestó el querellante, (las víctimas de abusos) «fueron iniciados sexualmente contra su voluntad; desde muy niños se torció su normal desarrollo sexual, justamente, con la persona que era su guía espiritual y moral, la persona a la que veían como un líder».
En la oportunidad, Navarro comunicó que solicitó al Tribunal le permita «trabajar con los profesionales de psicología para fortalecerlos, y que pueda declarar con total libertad».
Finalmente, el abogado instó a «las personas que desde el anonimato que intentan la defensa de un abusador a través de burdas chicanas» que se acerquen hasta él para obtener mayores precisiones sobre el proceso judicial y las denuncias.
«Los chicos pueden expresarse libremente frente a determinadas situaciones, pero ponerlos frente a un Tribunal, someterlos a las preguntas de fiscalía, defensa y querella, hacerles revivir hechos vividos en soledad con una persona que era su guardador, sin dudas que los daña», sentenció Navarro.
Sobre el caso
Este segundo juicio a Escobar Gaviria -sacerdote que integra la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo y que fue párroco en Lucas González, en el departamento Nogoyá, entre 2005 y 2016- es consecuencia del testimonio que brindó Santiago Tavares, un joven de 19 años, durante el primer juicio, en agosto de 2017. Su caso se conoció primeramente el sábado 19 de agosto de 2017, en Lucas González, apenas días antes del comienzo del juicio en el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay.
En el escrito de remisión a juicio, el fiscal de la Unidad Fiscal de Nogoyá Federico Uriburu detalla de modo descarnado de qué modo Escobar Gaviria concretaba la corrupción del joven que fue sometido a corrupción por parte de Escobar Gaviria, cuando era un niño. Y se explica en que «todas esas conductas fueron llevadas a cabo en dependencias de la casa parroquial ocupada por el cura en la localidad de Lucas González pero también efectuó acciones similares en oportunidad de realizar viajes con sus monaguillos con motivo de las misas celebradas fuera de dicha localidad».
El joven fue abusado por Escobar Gaviria, pero en el juicio de 2017 se presentó como testigo: contó que fue supo de los abusos del cura sobre uno de los principales denunciantes, Alexis Endrizzi. Pero su relato fue tan demoledor que a la Fiscalía no le quedaron dudas: Tavares también había sido abusado, y entonces se formó el segundo juicio a Escobar Gaviria, publicó Entre Ríos Ahora.
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