
Se allanó el domicilio de quien realizaba con su moto vehículo las contraexplosiones que fueron causal de mucho malestar entre los vecinos nogoyaenses.

Luego de la intervención por parte del Fiscal Uriburu quien iniciara una Investigación Penal Preparatoria por diversas quejas y denuncias en redes sociales por partes de vecinos que manifestaban sentirse perturbados por el accionar de moto vehículos que realizaban contraexplosiones en diferentes horarios y con esta herramienta, en el día de ayer miércoles y luego de diversas diligencias por parte de la policía local y conforme a oficio por parte del Juzgado de Garantías local, se llevó adelante un allanamiento en una finca de calle Av. Francia y Tristan Frutos en el marco de una causa por contaminación sonora, se pudo dar con una Moto Marca Honda de 150 CC y se procedió a la identificación de quien sería el propietario de dicho vehículo, un masculino de 21 años de edad quien según la información judicial, sería empleado subsidiado municipal en Obras Sanitarias.

En dialogo con el Crio. Insp. JAVIER OERTLIN a cargo de la Dptal. Nogoya de Policía dio detalles respecto del procedimiento asi como que esta persona supeditada a la causa sería una de las varias que desde hace tiempo vienen provocando el malestar entre la ciudadanía local, por lo que la herramienta otorgada por el fiscal le da la factibilidad de actuación en un marco penal y no solo de infracción de transito.
Oertlin se manifestó respecto de algunas publicaciones periodísticas y desmintió que existiera alguna especie de grupo para policial que estuviera a la caza de estos perturbadores para ajusticiarlos y destacando la actitud del fiscal quien con muy buen criterio dio inicio a la causa que le otorga a la policía otras herramientas que no prevee la normativa municipal.
Según se supo de fuentes tribunalicias en principio la calificación de la causa sería por contaminaron sonora aunque no se descarta que se pueda ampliar la imputación con posibles lesiones en tentativa e intimidación publica en una suerte de instigación a la violencia colectiva.

Por lo pronto y desde que el fiscal dictara la IPP y tras la realización del procedimiento policial y hasta el momento, la ciudad y los vecinos descansan de este tipo de ruidos molestos y perturbantes y quizás quienes realizaban este tipo de prácticas a partir de ahora piensen en que las mismas están encuadradas no solo en una infracción sino en una causa penal que conlleva a otro tipo de consecuencias que no son solo el mero pago de una multa.
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